PLENILUNIO

La poesía de Gabriel Pantoja Gonzales, recorre los espacios exóticos de nuestro mundo con una detención en la meditación de noches en Plenilunio. La ciudad, el campo y el mar, los lugares cerrados —que se encuentran implícitas en algunos poemas—, la vida, la muerte y el tiempo que no se detiene, ocasionan un amor profundo al mundo, y a la vez, al miedo de lo efímero de la vida y del amor humano. Las imágenes versificadas que abundan en la poesía de Pantoja, son también la fortaleza de su estética literaria. Pero por ahí —aunque escasos— se le escapa entre palabras una metaforización, yo prefiero enunciar una que va recorriendo en su poesía, y que no es simplemente un color, es una palabra que encierra todo lo que existe en el mundo: “azul”.

CIUDAD

Desde aquí, lejano
escribo.
Por donde tú
no te asomas.
Ni ves de lejos
si vengo.

Por donde tú
y mi delirio
navegan
juntos.

Por donde
no sabemos
si alcanza
a otros.


MAR BAR

Cuando el caballo es un pez, hay herraduras bajo el mar.
Zapatos perdidos de un pie, camino del bulevar.

Cuanta espuma del mar en la mesa de un bar.
Uno se pone a beber hasta poder naufragar.

Larga distancia para mi donde se va Coral.
Largo centelleo de la luna sobre el mar.

Desde aquí la ciudad, estación terrenal.
Las casas de arrugada piel, y el deber de anclar.

Rojo misterio que el crepúsculo da.
Agrio licor que seca mi paladar, el mar.

Un hombre debe hacerse a la mar, ser un pez.
Volver a ver a Coral ,y no tratarla de olvidar.


D. M. Luna, para servirles.


posted by REEB @ 3:05 PM,

1 Comments:

At 8:00 AM, Blogger Fernando Ducrot said...

Me gusta tu blog, es más, es raro encontrar un blog donde se coloquen poemas que no son de tí mismo. Por lo menos le doy más crédito.

 

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